Apple está probando conceptos de IA para Siri. Se trata de una IA generativa que, a pesar de su potencial, choca con la forma en que se construye el asistente virtual, según informa el New York Times.
Los empleados fueron informados sobre el modelo de lenguaje de Apple y otras herramientas de IA en la cumbre anual de IA de la compañía el mes pasado. Los ingenieros de Apple, incluidos miembros del equipo de Siri, han estado probando conceptos de generación de lenguaje “cada semana” en respuesta al auge de los chatbots como ChatGPT.
Estas tecnologías de IA de próxima generación han puesto de relieve cómo Siri, Alexa y otros asistentes por voz han desperdiciado su ventaja en la carrera por la IA, explica el informe. Siri, en particular, se ha enfrentado a múltiples obstáculos para mejorar significativamente. John Burkey, ex ingeniero de Apple que trabajó en Siri y fue responsable de mejorarlo en 2014, explicó al New York Times que el asistente por voz se basa en un “código torpe que tardaba semanas en actualizarse con funciones básicas”.
Su “diseño engorroso” dificultaba mucho a los ingenieros añadir nuevas funciones. Por ejemplo, la base de datos de Siri contiene una gran lista de frases en casi dos docenas idiomas lo que lo convierte en “una gran bola de nieve”. Si alguien quería añadir una palabra a la base datos Siri dijo Burkey “va a un montón grande”.
Esto significa que las actualizaciones simples como añadir nuevas frases al conjunto datos requieren reconstruir toda la base datos Siri lo que podría tardar hasta seis semanas. Añadir funciones más complicadas como nuevas herramientas búsqueda podría tardar hasta un año entero.
Como resultado no había forma para que Siri se convirtiera en un “asistente creativo” como ChatGPT cree Burkey. A principios esta semana OpenAI presentó GPT-4 su motor IA nueva generación permitiendo respuestas aún más avanzadas ChatGPT.